^ Despacho de Carlisle ^

*

**DÍA 2**


*De la Entrada*

Carlisle abre la puerta, entra en el despacho y se dirige a su silla de respaldo.

1 Hora y media después...


*Riinnng*
*Riinnng*


Carlisle descuelga el teléfono que tenía colocado en una de las esquinas de su gran escritorio.


-¿Si?

-Doctor, los alumnos ya han llegado.

-Muy bien, hágalos pasar, Mary.


Segundos después...

*Toc, toc, toc*

-Adelante.


Se abre la puerta y aparece la cabeza sonriente de Mary.

-Aquí están.

-Gracias Mary, puedes irte.


La celadora dejó que la puerta se abriera un poco más, se fue y por ella entraron tres personas. Dos muchachas y un muchacho. Éste último cerró la puerta.


Carlisle se levanta con interés de saludarles. Sería muy descortés no hacerlo.
Como mínimo tendría que darles la bienvenida... -pensó-. Les daré a todos la mano sin distinción.


-Buenos días, Doctor Cullen -dijeron los tres al unísono.

-Hola, encantado, encantado -saludó amablemente el Doctor mientras iba estrechandoles la mano.

Sus caras cambiaron un poco. Reflejaban incomodidad. Sintieron frío.
No debería haber echo eso... Espero que pasen por alto la fría temperatura de mi piel...


-Tomad asiento por favor -dijo rápidamente para no alargar más esa situación.


Carlisle se dirige nuevamente a su sillón de cuero de ruedas y los tres alumnos lo imitan sentandose cada uno en cada una de las tres sillas que había colocadas frente a la mesa del despacho.
Las chicas se colocaron en las dos sillas de los extremos, y el muchacho se colocó en la silla del centro, justo enfrente de el sitio que guardaba el Doctor al otro lado.


-¿Y bien? Ahh siii... -empieza a rebuscar en el primer cajón del escritorio-. Vuestras fichas estaban por aquí... Me las dieron anoche a última hora y aún no pude ojearlas.


Saca tres fichas de caligrafía pulcra. Cada una con una foto en la parte superior derecha.
Se para a mirar la primera.

-Tú... debes de ser Cleo -se dirigió a una de las muchachas, colocada en la silla de más a la izquierda.

-Sí... Mi nombre es Cleo Williams. Vengo de una pequeña ciudad al noreste de Canadá -su voz sonaba tímida... Aunque en realidad todas las chicas nuevas o de poco trato que hablaban con el Doctor Cullen acababan hablando así...

La muchacha era muy blanca de piel, delgaducha, alta y de facciones suaves. Su pelo rojo ardiente y débilmente rizado hacía preciosa combinación con sus ojos de color verde esmeralda.


-Entonces.. tú eres Sarah Vennet -dijo Carlisle mirando a la chica que quedaba sentada justo al otro extremo de la mesa.
Ella tenía la piel un poco más tostada. Llevaba una melenita color azabache que le llegaba hasta mitad de la espalda, tenía flequillo recto y sus ojos eran también de color negro.

Ésta, también afirmó con un deje de timidez en su voz.


-Mmmm, y tú... -Carlisle finalmente cogió la tercera ficha, la del muchacho, que estaba sentado justo enfrente suya. No había dejado de mirarme desde que se había sentado-. Tú debes ser Jack Johnson.

-Así es, pero puedes llámarme Jack asecas -su voz a diferencia de sus dos compañeras sonaba más familiar. Tampoco le prohibí hablarme con esa confianza.

-Pues.. Jack, Cleo y Sarah, ahora que ya nos conocemos, podemos empezar a trabajar. Dirigíos a recepción y preguntad por la jefa de enfermeras. Ella os dará lo necesario para poder empezar.


Las dos chicas salieron disparadas hacia recepción. Parecían muy entusiasmadas y con ganas de empezar cuanto antes a aprender del Doctor Cullen.


Jack un poco más rezagado, esperó a levantarse cuando lo hizo Carlisle.

-¿A qué esperas.... Jack?

-Ya voy, Doctor.

Me sonrió por primera vez y me quiso estrechar de nuevo la mano. Incluso fue a buscar la trayectoria de mi mano para que yo también se la estrechara.

-Encantado de conocerle, de verdad, Doctor -afirmó Jack-. Será un placer aprender de usted. Seguro que me enseñará muchas cosas nuevas.


No quería volver a ver como él notaba de nuevo el frío de mi piel, pero esta vez, su cara ya no cambió, siguió sonriente a pesar de haberlo notado.

Tiré de mi mano cuanto antes. Pareció incluso cómico retirar la mano tan pronto.
Él no borro su sonrisa y salió fuera del despacho.


Carlisle vuelve a su mesa y se sienta un poco a esperar que los otros estuviesen listos para poder empezar.
¿Sería alguien malo? La verdad es que no me habían acabado de encajar estos tres alumnos... sobretodo el último. ¿Querrían algo de mí o hacernos daño a mi y a mi familia?

Los alumnos vuelven al despacho de Carlisle ya preparado y juntos se pierden por el pasillo.


*Por el Hospital*

Después de unas cuantas prácticas de iniciación, Carlisle vuelve sólo al despacho.

Había dejado a sus alumnos terminando de recoger los utensilios de la última extracción de sangre que habían conseguido realizar a uno de los pacientes.


Una vez ya sentado en su cómodo asiento, comienza a toquetear teclas y teclas en el teclado. Repasando rápidamente historiales y demás cosas en el ordenador, cuando se abre la puerta sin previo educado aviso.


-Doctor Cullen -jack había hecho de nuevo aparición en el despacho con su ahora habitual sonrisa.

-¿Acaso no te han enseñado nunca a llamar a la puerta antes de entrar? -pregunta quisquilloso Carlisle.

-Vaya... pues... supongo que será otra de las cosas que me tendrás que enseñar... ¿no?


No supo qué contestar.
...Silencio...


-¿Qué es lo que quieres?

-Pues... mire Doctor... hubo cosas... que no me quedaron del todo claras...

-Te las explicaré más tarde si quieres... Todo es cuestión de práctica.

-Entonces quiero practicar ahora -dijo con especial énfasis sobre la última palabra. Se había acercado a la altura del escritorio.

Carlisle se levantó y lo miró con cara de incrédulo...

Seguía avanzando y ya estaba enfrente suya.

De repente Jack saca una aguja de su bolsillo.

-¿Quieres que practiquemos, Doctor? -seguía poniendo énfasis en la última palabra- ¿Tal vez una muestra de sangre?


Jack se le acercó un poco más y agarró su brazo. La camisa iba remangada por encima del codo.
Sus caras se encontraban a un palmo.

Carlisle pensó que se iba a volver loco.
¿Qué me está pasando?
No supo por qué, pero deseó morderlo.

Jack tenía cogido su frio brazo y la punta de la aguja rondaba por él. Ésto le produjo algo parecido a un escalofrío.


Carlisle era consciente de que lo tenía contra la pared y con una aguja amenazando clavársele en el brazo.

¿De verdad querría una muestra de sangre mía? pensó... ¿Qué clase de juego era este? ¿Y por qué no hago nada?


Carlisle se contuvo más aún por el deseo de no morderle. Pudo oler el aroma de aquel joven. Un aroma juvenil y fresco. Hubo un momento en el que pensó que todo le daba igual.

Jack se acercó más aún, acarició suavemente su cuello y lo besó.



*[Rosalie, ahora es cuando se supone que tienes que aparecer en el despacho]*

*Rose desde la entrada*

Caminó por entre los pasillos con rapidez, aunque a la velocidad que lo haría cualquier ser humano. Tampoco tenia demasiada prisa.
Oyó un murmullo dentro del Despacho, pero no se preocupó de llamar. Por alguna extraña razón abrió la puerta, la curiosidad le pudo.

- Vaya...

- Ehm... - Carlisle se separó de la pared rápidamente - Ésta es... mi hija, Jack.

- Encantado señorita Cullen. - dijo él educadamente.

- Hale - dijeron los dos a la vez. Jack se sorprendió, aunque lo estaba ya debido a la edad de la joven hija del Doctor.

- ... Eh...lo siento, señorita Hale. Creia que..

- Es mi hija adoptiva, es la sobrina de mi mujer. Una historia muy trágica y realmente larga - Carlisle cogió del brazo a Jack acompañándole a la puerta - Gracias por venir, Jack. Nos vemos mañana.
Éste se despidió cortesmente de Rosalie.

- Ya se porque pasas tanto tiempo aqui.

- No, Rose...no es lo que... de acuerdo, era lo que pensabas.

- A faltado poco para que te comiese. ¿Que esperabas que pensara?

-Bueno, tampoco hay que tomárselo tan a pecho... La verdad es que no sé lo que me ha pasado... Ese muchacho me ha engatusado como lo podría haber echo cualquier mortal. Me daban ganas de...

-¿Morderle?

-Tal vez... Ese olor que despedía...

-Papi, ten mucho cuidado

-Si bueno... Y tu.. ¿qué querías?

- No tienes que enfadarte por esto. - Rosalie se acercó con delicadeza a su padre y le besó en la mejilla. - Solo queria verte. Es malo?

- No, me parece que no... - dijo Carlisle conteniendo la respiración

- Queria saber como habia ido con Jasper....

-Bueno... lo de Jasper... Mamá se acabó enterando... -dijo con cara apenado.

-Pero bueno... le expliqué que yo lo hacía por vuestro bien... Lo malo es.. que ahora querrá hablar con todos vosotros... Intentaré que no sea tan mala la charla -alegra un poco la cara y le devuelve a su hija el beso en la mejilla.

-Y por cierto, gracias por venir a visitarme ^^. Si no fuera por ti no sé muy lo que habría pasado en estas cuatro paredes... Además me alegras un poco el día. ¿Quieres que demos un paseo?

-Vale ^^ aunque tengo a Emmett esperando fuera, pero vamos, daremos una vuelta por aquí.


Los dos se encaminan hacia la puerta del despacho, salen y se pierden por los pasillos.


*Por el Hospital*