^ Despacho de Carlisle ^

Carlisle!! por fin te encuentro querido! ¿Que tal a ido la mañana? con mucho trabajo me imagino...

Una pregunta cielo, ¿tu sabes que les pasa a los niños? ultimamente estan muy raros y no se cual es el motivo...

Bueno voy a terminar el baul que empece la semana pasada. Luego vuelvo

Esme le da un beso en la mejilla a su esposo y rapidamente sale por la puerta hacia su habitacion.

**DÍA 1**



Carlisle se queda un poco perpelejo, ante todo lo que le suelta Esme en un momento.

Pone una marca en uno de los historiales que estaba ordenando para no perderse
y se levanta en direccion a la puerta.


*A la cocina*

Alice entra por la puerta justo cuando Carlisle está a punto de salir.

- ¿Has visto a mamá?

- Sí, acaba de salir hace unos segundos - Carlisle la mira más atentamente -. ¿Te encuentras bien hija? Pareces nerviosa... -dijo extrañado.

- No, papá, soy así. Nerviosa, hiperactiva, c'est le même choce (?)... wiii me voy a buscar a Esme.

Y dicho esto salió medio corriendo medio bailando por la puerta del despacho en dirección a las habitaciones.

Upss...

*Alice a la habitación de Esme*

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Carlisle entra en su despacho, se dirige al escritorio y se sienta en la mullida silla de ruedas, con respaldo y asientos de cuero negro.


Mientras enciende el ordenador, coge el telefono y marca.


*Piiii*

*Piiii*

*Pii..*

-¿Si? -responde Rosalie- ¿Diga?

-Hola cariño -su voz sonaba suave, apaciguada, con un deje de ternura. Siempre que se dirigía a su hija Rose, lo hacía de la misma manera-. Acabo de llegar a casa.

-¿¿Pero y Jasper?? -su voz se había alterado un pelín.

-Tranquila, le he dicho a tu madre que él sigue allí con algunas enfermeras, hasta que los pacientes consiguiesen calmarse. Tu madre está al tanto de eso y no ha objetado nada ni le ha parecido extraño.
Pero eso sí, le he dicho que volveríais a la noche, porque no quería que se preocupase por vosotros. Últimamente está un poco susceptible con lo del beso entre Jasper y tú...

Daros prisa, no os entretengáis mucho e intentad llegar por separado y en diferentes momentos, o si no tu hermana y tu madre sobre todo sospecharán... Por no hablar de Emmett.

-Bueno cariño, te cuelgo que tengo que seguir trabajando. Luego nos vemos.

-Un beso papi. Gracias por todo, te quiero -con la misma ternura con la que Carlisle trataba a su hija, ella lo hacía igual. Pareció que hasta la ternura de su voz salía por el auricular del telefono.


Carlisle colgó, dejó el móvil en la otra punta de la mesa y se concentró en su trabajo.

Esme asoma su cabeza por la puerta intentando conocerse y diciendo un amable pero seco-Puedo pasar?

Carlisle se queda asombrado ya que normalmente le llama de alguna manera cariñosa, el ya sabia que pasaba algo.

-Hay algo que quieras contarme?-Dijo Esme intentando contenerse.

-No cariño, hay algo que deberia contarte que tu no sepas?

-Ah...pues tu sabras...ultimamente hablas mucho por telefono con Rose...resulta que hace un par de minutos iba a llamar a Jasper a ver si sabe donde deje mis pinceles y cuando cogi el telefono escuche tu dulce voz, cariñoo-dijo con rintintin...

-Esto...

-Dejalo..ya estoy cansada de todo, por mi haced lo que querais...como si os quereis entregar a los volturis..es que ya me da igual. Mi paciencia tiene un limite como la de todos- dijo Esme mientras se secaba las lagrimillas que le caian por sus mejillas.


Y despues de decir esto Esme salio rapidamente del despacho dejando a Carlisle con la palabra en la boca...


*En la habitaciond de Carlisle y Esme*

Carlisle la sigue corriendo hacia la habitación para hablar más tranquilamente


*A la habitación de Carlisle y Esme*

**DÍA 2**



Carlisle llega a su despacho un poco asustado.

El ordenador estaba encendido y la pantalla también.

Sintió una opresión extraña a lo largo de su garganta.


Corrió hacia su silla, se sentó y miró a la pantalla...

Estaba la ventana de inicio de sesión y todo parecía estar intacto.
Su cuenta estaba protegida por contraseña y se supone que nadie la habría sabido ni se habría conseguido meter.


Una vez pensado todo esto, escribió su contraseña y entró.
Navegó rápidamente hasta su bandeja de correo electrónico.

No había ningún mensaje. Pensó no hacerlo, pero fue difícil. Clikeo Escribir Nuevo Mensaje y tecleo:


De: Carlisle Cullen
Para: Jack Johnson

¿Qué es lo que está pasando aquí? Quiero que sepas que yo tengo muy claras mis ideas y que eres mi alumno de prácticas. Más te vale... más te vale no hacer nada que ponga en peligro... ponga en peligro tu futuro.





Carlisle, apagó directamente el ordenador y salió corriendo de nuevo a la cocina.



*A la cocina*

***DÍA 3***



*De la Habitacion de Esme y Carlisle*


Carlisle entra en su despacho, se sienta en la silla y enciende el ordenador.
Había obtenido respuesta. Había un mensaje en su bandeja de mail.
El atrevido Jack había contestado.

Decía:


Sólo está pasando lo que tu quieres que pase. Eres tan atractivo... ¿cómo pretendes no tener sólo a las enfermeras detrás tuya?
Sé que me deseas, Doctor. Y no te tengo miedo. Ni tus fríos y oscuros ojos ni tus pálidos brazos me asustan.
Mañana nos veremos en el hospital. Aún tienes que enseñarme demasiadas cosas.

Jack

Cuando terminó de leerlo todo le daba vueltas. Las sienes le palpitaban. Y empezó a ver borroso.

Deseó con todas sus fuerzas despertar de aquella pesadilla. Pero en algún rincón de su corazón, no quería hacerlo. Para esa parte de su corazón aquello no era una pesadilla.
¿Qué parte de mi corazón quiere despertar? pensó.


Rápidamente, borró el mensaje, apagó todo y salió del despacho. Tenía que alimentarse... quizás una vez alimentado, su humor mejorara. Sus ojos ahora eran de color negro como el azabache.


*De Caza - Hacia Goat Rocks [Monte Rainier]*

**DÍA 4**





*Rosalie y Carlisle llegan al despacho desde el Salón principal*


-Pasa cariño, pasa. Tengo que enseñarte esto.

-¿Qué es, papi? ¿Qué es? -dijo con ojos como soles.

-Tu nuevo traje de enfermera -contestó con una gran sonrisa pícara.

- Lo dices en serio?

- Si, te han aceptado para hacer las prácticas - Rosalie abrazó a Carlisle fuertemente - con un poco de ayuda he de decir, pero lo haras bien.

- Eres increible - Ella miró la expresión de su progenitor, esos ojos, esa sonrisa un tanto siniestra... - No querras que me lo pruebe ahora no?

-Adelante, seguro que estás explendida, hija -afirmó dulcemente.

Rosalie se dio media vuelta y comenzó a desnudarse.

-Bueno, no te importa que me cambie aqui ¿no? -dijo volviendo a girarse hacia el.

-Claro que no! Eres mi hija.


Así pues se cambió de ropa delante del doctor y una vez con su vestidito de enfermera, su hija adoptó la forma de una completa diosa, la Diosa Hale.

Avanzó un poco hacia ella y le dio un beso en la frente con ternura. Acto seguido su hija hizo que sus labios y los de Carlisle se encontrasen. Fue puro instinto, pura atracción.


-No, no... Rose, querida... sabes que esto no está bien... -dijo Carlisle mirando al suelo.

-Ya lo sé que no -admitió su hija con una pequeña sonrisa en los labios.

-Aunque tú en verdad no seas mi hija... Yo amo a Esme...

-Sí ya. A Esme... a Jack... ¿y a quién más? -soltó un poco molesta Rosalie.

Carlisle sorprendido, la miró a los ojos... Intentó transmitirle su estado de confusión y Rosalie en un segundo lo entendió y le devolvió una mirada comprensiva y afectuosa.

-Tranquilo -sonrió ella-. Nunca desaparecerá el amor que nos tenemos simplemente como padre e hija -sonrió aún más.

Carlisle sonrió igualmente dandole otro besito en la mejilla.

Rosalie se sentó en la silla de su padre y se apoyó en la mesa.
- Papi...y ese chico? Al final que ocurrió? - Susurró - Esme lo sabe?

-No... no lo sabe nadie excepto tu... O al menos eso creo...

¿Crees que Edward habrá averiguado algo? ¿Quizá Alice?

- No creo, Alice estaba demasiado ocupada pensando en sus futuros hijos - Hizo una pausa algo pensativa - Y Edward...bueno, con él nunca se sabe. No hay modo de que no se entere.

Ella comenzó a darle vueltas, si se enteraba de la aventura de Carlisle, también se enteraría de lo suyo.
Parecía preocupada.

-¿Estamos pensando lo mismo...? o... ¿O estamos en un aprieto? -la miró mientras una gota de sudor bajaba por su frente.

Su hija también estaba preocupada... y simplemente por Edward... todo podría irse a pique.

- Yo he intentado tomar todas las precauciones posibles con Alice, pero él... - A Rosalie se le encendió una bombillita - O hablamos y pensamos en clave. O hacemos aromaterapia... Y no me gusta el olor de esas velas.

-A partir de ahora: mente en blanco para Edward. Y a partir de ahora, hablaremos en clave siempre que nos refiramos a tu tema o a mi tema, o nos compramos una blackberry

- Precisamente... - Rosalie abre una página de Internet en el ordenador - Encontré hace un par de días una preciosa, con circonios incrustados, en tonos dorados. Creo que venden dos a juego.


Puso ojitos tiernos esperando que dijera que las comprarían.

-De acuerdo -admitió con una sonrisa-. Nos compraremos unas -dijo mientras las encargaba online.

Llegarán mañana por la mañana. Hay que estar atentos de que no se entere nadie... Si no, empezarán a preguntar para qué son y por qué ellos no tienen unas...

-Perfecto -contesto su hija.

Rosalie se acercó a su padre para darle un beso enorme.

- Ahora voy a cambiarme de ropa, papi - Sonrió enigmaticamente y abrió la puerta para salir - Estoy empezando a cogerle gusto a esto. Nos vemos abajo.


- Claro querida. - contestó suavemente Carlisle.


** Rosalie a su cuarto, y Carlisle al salon de nuevo ;D**

*Al Salooooon*